lunes, 5 de enero de 2015

william sidis genio

William-Sidis
La historia de esta norteamericano, hijo de inmigrantes rusos, no ha dejado de fascinar a científicos y curiosos desde hace años. William Sidis es considerado por muchos como la persona más inteligente conocida, aunque muchos ponen en duda esta afirmación ya que en la época en la que vivió y por cuestiones personales el test de coeficiente intelectual nunca le fue realizado.

Además, aunque claramente poseía una inteligencia extraordinaria, no se sabe cuánto influyeron los ejercicios y presiones que los padres le imponían desde pequeño.



Una mente diferente

Los padres de William ya en sí eran especiales: ambos eran inmigrantes rusos en Norteamérica, con grandes cualidades intelectuales; su padre Boris Sidis era un psicólogo, autor y pionero de numerosos ensayos y teorías aplicadas y Sarah, su madre, fue una de las primeras mujeres médicas de Norteamérica. Ambos eran además bastante extravagantes y experimentales, por lo que no dudaron en explotar las cualidades que notaron en su hijo desde los primeros meses.

William Sidis nació en 1898 y desde pequeño demostró una gran capacidad de aprendizaje, motivado en gran parte por sus padres, quienes lo sometían a ejercicios para aumentar sus conocimientos prematuramente.

Por ejemplo, a los seis meses balbuceó sus primeras palabras, ayudado por sesiones hipnóticas a las que su padre lo sometía para aprender el alfabeto, a los ocho meses se alimentaba con cubiertos y al año y medio ya leía los periódicos. A los cinco años, sus habilidades comenzaron a sorprender aún más y el niño se hizo conocido en los diarios, apareciendo muchas veces en la portada del New York Times.

Escribía y leía más que un adulto tomos de libros de medicina o historia; aprendió como autodidacta ocho idiomas e incluso inventó uno propio, el Vendergood. Al momento de su muerte hablaba más de 40.

A la edad de nueve años se inscribió en Harvard, donde adquirió conocimientos de matemática avanzada y cursó hasta los 16 otras carreras, como arte, recibiéndose cum laude (destacado) en 1914. Luego abandonó su doctorado por incomodidades con otros alumnos y se inscribió en Derecho, aunque no terminó su último año.


Adultez y problemas

Las inquietudes de William se trasladaron a la política y en 1919 fue arrestado y condenado a 18 meses de prisión por participar en una revuelta socialista.

Gracias a sus contactos, su padre evitó que terminara preso, pero junto a su esposa trasladaron a su hijo al asilo para enfermos psiquiátricos que administraban y lo sometieron a un encierro de un año. Luego de esto, Sidis se trasladó a California.

El ocaso

En la costa oeste quiso dejar atrás al pasado y ser independiente de sus padres y de las presiones que la vida le imponía. Más allá de su inteligencia, socialmente Sidis nunca pudo encajar en ningún sitio.

Él mismo confesó en su juventud que las mujeres no le interesaban, aunque se dice que llegó a tener sentimientos hacia Martha Foley, una escritora.

Durante el resto de su vida William Sidis se dedicó más que nada a escribir artículos en periódicos y ensayos, la mayoría sobre temas oscuros o polémicos.  Finalmente, su vida acabó de manera abrupta en 1944 por un derrame cerebral cuando contaba con 46 años.


Existen muchos puntos grises en la historia de este personaje. Excéntrico, antisocial, acaso incomprendido. Su coeficiente intelectual fue calculado en alrededor de 300, una marca sorprendente teniendo en cuenta que la mayoría de los mortales contamos con alrededor de 100. ¿Crees que William Sidis puede haber sido el más inteligente de la historia?
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